Los mejores resultados con los alumnos tienen lugar cuando los maestros:
- Se sintonizan con los niños y responden a sus necesidades, estados de ánimo, intereses y capacidades.
- Crean un clima optimista en su clase con conversaciones agradables, abundancia de risas y actividades
interesantes. - Muestran afecto y “predisposición positiva” hacia los alumnos.
- Tienen buen control sobre la clase, con reglas y rutinas claras pero flexibles, de modo que los
alumnos pueden seguir las reglas por sí solos. - Son observadores de los avances y los reconocen
- Están pendientes de las áreas de oportunidad de sus alumnos, apoyando su crecimiento y su esfuerzo.